Humanidades
y Ciencias de la Conducta
Vinculación de los practicantes de
bachillerato tecnológico con las necesidades de las empresas en México: una
mirada desde la economía de la educación
The
practitioners of the upper secondary education and the needs of the companies
in Mexico: a look from the economy of education
Susana Boeta-González[1],
Leopoldo Jesús Boeta-González1
RESUMEN
Este documento tiene como
objetivo analizar las competencias de los practicantes de la Educación Media
Superior del Bachillerato Tecnológico y la cobertura de las necesidades de las
empresas de México. Para ello se desarrolla una revisión de antecedentes, el
Bachillerato Tecnológico y competencias del perfil de egresados, economía de la
educación: teoría del capital humano y practicum,
así como políticas públicas educativas. Además un análisis estadístico, donde
se especifican cifras de la realidad, identificando y describiendo algunos
indicadores relevantes de la economía de la educación como el nivel de
instrucción y el sector de actividad en la ocupación del año 2016 al 2018 incluyendo
las conclusiones principales, considerando la relevancia de la vinculación de
los practicantes de Educación Media Superior de acuerdo a la actividad
económica del país.
Palabras
clave: bachillerato, economía de la educación, prácticas en la empresa,
política de la educación.
ABSTRACT
The
objective of this document is to analyze the competencies of the practitioners
of the Upper Secondary Education and the needs of the companies in Mexico. For
this purpose, a background check is developed, the competences of the profile
of graduates, economy of education: theory of human capital and practicum, as well as public educational
policies. In addition, a statistical scope, where reality figures were
analyzed, identifying and describing some relevant indicators about the economy
of education like the level of instruction and sector of activity in the
occupation from 2016 to 2018, including the main conclusions, considering the
relevance of the link of the high school students according to the economic activity
of the country.
Keywords: high school, economics of education, internships in
the company, education policy.
1.-Introducción
En la actualidad, surge la problemática de la
falta de desarrollo sobre una adecuada y profunda vinculación de la educación
media superior del bachillerato tecnológico con las empresas en México, así
como seguimiento de esta, ya que los jóvenes en edad de 16 a 18 años requieren
adquirir las habilidades, que les permitan desarrollarse en un entorno laboral
o empresarial competitivo y cambiante.
Desde el sexenio anterior y de
acuerdo al diagnóstico presentado en el Plan Nacional de Desarrollo
(2013-2018), una de las mayores preocupaciones de los jóvenes, es que la
educación no les proporciona las competencias para una inserción y desempeño
laboral exitosos, conforme a la consulta ciudadana el 18 % de los participantes
mencionó que para lograr la cobertura universal con pertinencia en educación
media superior y superior, es necesario actualizar las carreras tecnológicas
para vincularlas con las necesidades del sector productivo (PND, 2013- 2018).
Es por ello que se plantea la pregunta ¿Las competencias profesionales de los
estudiantes de bachillerato tecnológico satisfacen las necesidades del sector
productivo en México?
Aunado a ello, también es una
preocupación la cantidad de jóvenes que no estudian y no se desempeñan en el
ámbito laboral o empresarial, lo que conlleva un costo económico, social y
humano, debido al desaprovechamiento del potencial y capital intelectual para
el desarrollo económico y fortalecimiento social de México, incluso el gobierno
federal ha mostrado la importancia de la estrategia de vinculación de la
educación con el mercado laboral.
Este trabajo tiene como objetivo
analizar las competencias de los practicantes de la Educación Media Superior
del Bachillerato Tecnológico y la cobertura de las necesidades de las empresas
de México.
Para integrar la información se
utilizaron fuentes secundarias como libros, bases de datos como Ebsco,
Proquest, Redalyc y páginas de Internet oficiales revisando algunas
aportaciones relevantes en los antecedentes, bachillerato tecnológico y perfil
del egresado, economía de la educación vinculada al capital humano donde se
realizan comparaciones con base a estadísticas e información obtenida de
fuentes primarias de organismos como el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía, identificando la relación de algunos indicadores relevantes de la
economía de la educación del 2016 al 2018, además se incluye el practicum, por último se consideran las
políticas públicas educativas aplicables a la vinculación de los estudiantes de
acuerdo a las necesidades de las empresas en México.
2.-Antecedentes
La formación en educación media superior ha
cambiado de acuerdo a la evolución social de México, sin embargo existen
aspectos que requieren particular atención para mejorar el desempeño de los
estudiantes durante las prácticas profesionales, que han sido consideradas
primordialmente en el nivel superior, para ello se identifican algunos antecedentes
sobre el tema.
Dentro de la publicación
“Condiciones para el desarrollo del
practicum” escrito por Zabalza (2004) plantea 4 detonantes para desarrollar
los programas de prácticas de universitarios con las empresas, las cuales son:
doctrinales, curriculares, organizativas y personales. Las conclusiones más
relevantes que identifica para mejorar son: la vinculación como un proceso de
innovación empresarial, identificación y consenso sobre el contenido, así como
las competencias profesionales a fortalecer, tutores o asesores empresariales
capacitados para guiar a los estudiantes, responsables de coordinación,
mantenimiento y mejora.
Por otra parte, Villa y Poblete
(2004) en el artículo “Practicum y
Evaluación de Competencias” identifican a la práctica profesional como un papel
importante para la transferencia de conocimientos de los universitarios, así
como el desempeño laboral y plantean una medida de evaluación de las
estudiantes que incluyen 6 fases: 1.- Selección de competencias, 2.-Establecimiento
de tres niveles de dominio considerando profundización, autonomía y
complejidad, 3.-Elaboración de una hoja de trabajo, para registro de
competencias, indicadores y evaluaciones, 4.- Decisión de la modalidad en que
se evalúa, 5.- Comparación de la evaluación con la realizada por el tutor
académico y 6.- Comunicación de resultados al estudiante, para proporcionar
retroalimentación.
Considerando estudios en la
educación media superior, Soto (2005) en su investigación “La importancia de
las prácticas profesionales en la formación técnica de los egresados de los
CETis y CBTis del área metropolitana de Guadalajara” realiza una comparación
del deber ser y ser de las prácticas, similitudes, participación de niveles de
gestión y la importancia de la formación técnica de los egresados, en donde
muestra como principales área de oportunidad el mayor involucramiento del personal
de la institución para el desarrollo del programa, incrementar la difusión y
seguimiento del reglamento, así como revisar la normatividad al respecto.
De acuerdo con Bustamante (2014)
en el estudio “La educación media superior en México”, muestra que la creación
de la Subsecretaría de Educación Media Superior en 2005, buscaba la
coordinación e integración de instituciones diversas en un sistema. Los
objetivos principales de la educación media superior (EMS) son: contribuir a
fortalecer las capacidades que incrementen las oportunidades para el desarrollo
económico y empleos calificados; reducir la pobreza y mejorar la equidad social
por medio del patrimonio científico, tecnológico, humanístico y artístico.
Identifica que la importancia de
la educación media superior es la formación profesional, la cual aporta una
cualificación, que a su vez le otorga una valoración social, que permite seguir
con la educación superior o la inserción laboral formal. Concluyendo, que a
partir de los fines de la educación es necesario establecer los “cómo” para
mejorar las prácticas sociales, ya que exige articular las intervenciones
coherentes, para contribuir a la sinergia en la sociedad. Conforme a lo
anterior, la mayor parte de las investigaciones y la importancia en el
desarrollo de las prácticas profesionales han sido en la educación superior,
situación poco favorecida en el nivel medio superior. Es por ello, que resulta
importante identificar el marco teórico respecto a las políticas públicas
educativas, competencias de los estudiantes de bachillerato y las teorías
relacionadas con la economía de la educación y el practicum. Este apartado incluye el Bachillerato Tecnológico y
competencias del perfil de egresados, Economía de la educación: Teorías del
Capital Humano y Practicum, así como
Políticas Públicas Educativas.
3.-
Bachillerato Tecnológico y competencias del perfil de egresados
La Educación Media Superior
(EMS) es obligatoria a partir del 2012, al igual que preescolar, primaria y
secundaria, conforme al Art. 3 Constitucional en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, (CPEUM, 2012), sin embargo la meta de cobertura
total está establecida para el ciclo escolar 2021-2022.
Respecto a la educación en su
tipo medio-superior es aquella que comprende el nivel de bachillerato, los
demás niveles equivalentes a éste, así como la educación profesional que no
requiere bachillerato o sus equivalentes (LGE, 2013).
Los planes de estudio del nivel
medio superior pueden variar entre dos y tres años de acuerdo a las diferentes
instituciones, la edad típica en la que frecuentemente se encuentran los
estudiantes está entre 15 a 17 años (INEE, 2013).
Los alumnos pueden elegir entre
3 modalidades de estudios de acuerdo la Secretaría de Educación Pública (2018):
bachillerato general, tecnológico y profesional técnico.
El Bachillerato tecnológico, es
bivalente, esto significa que cumple con dos objetivos: preparar a los
estudiantes para el ingreso a la educación superior que incluyen materias del
bachillerato general, así como capacitarlos para una carrera técnico
profesional que tengan opciones de participación laboral. Así, es posible
dividirla en materias de educación tecnológica industrial, en ciencia y
tecnología del mar, como también tecnológica agropecuaria, obteniendo
certificado para continuar en educación superior (SEP, 2018).
Los alumnos de bachillerato,
adquieren competencias a lo largo de su aprendizaje, estas se refieren al
desempeño o la actuación integral del sujeto, todo esto implica conocimientos
factuales o declarativos, habilidades, destrezas, actitudes y valores, dentro
de un contexto ético en donde se desempeña el ser humano (Pimienta, 2012).
Las competencias genéricas son
las que todos los bachilleres deben estar en capacidad de desempeñar; las que
les permiten comprender el mundo e influir en él; les capacitan para continuar
aprendiendo de forma autónoma a lo largo de sus vidas y para desarrollar
relaciones armónicas con quienes les rodean, así como participar eficazmente en
los ámbitos social, profesional y político. Las competencias genéricas son
complementadas por las competencias disciplinares, que se construyen desde la
lógica y estructura de las disciplinas, en las que tradicionalmente se ha organizado
el saber y por las competencias profesionales, que se refieren a un campo del
quehacer laboral o de formación para el trabajo (SEP, 2008).
Las competencias profesionales
deben cumplir algunas características sugeridas por Gómez (2015) las cuales son:
reflejan un conjunto de conocimientos, procedimientos y actitudes que permiten
al estudiante saber hacer y saber estar dentro de la profesión; se definen en
la acción, es decir se identifican cuando se movilizan los recursos personales,
se desarrollan y adquieren a lo largo de la vida, por lo que deben ser
flexibles y adaptables a la vida laboral cambiante.
Conforme a lo anterior y
sugerido en la Reforma Integral de la Educación Media superior, desde el 2008 a
la actualidad requiere un ajuste que permita asociar las competencias
profesionales que desarrollan los estudiantes de bachillerato con las que
demandan las organizaciones, por lo que los planes y programas de estudio
requieren lograr un equilibrio en la formación teórica y práctica, de tal modo que
le permitan a los jóvenes tener un desempeño laboral exitoso (Tuirán y
Hernández, 2016).
Particularmente, el bachillerato
tecnológico debe actualizar su formación para el trabajo, ya que como lo
menciona Alarcón (2018), requiere diversas condiciones que incluyen: currículum
flexible de acuerdo a las necesidades del mercado, diseño curricular que se
base en competencias, generales y laborales, relación cercana con el sector
productivo, énfasis en actividades prácticas, docentes que se relacionen con el
sector productivo, mayor enlace con nivel técnico y profesional, así como
variedad en la continuación de estudios.
La implementación del enfoque
basado en competencias en México, parte de las recomendaciones internacionales,
en donde resulta fundamental que los planes y programas vayan de la mano de las
necesidades académicas y para el trabajo, ya que las situaciones actuales
requieren decisiones reflexivas, originales, inteligencia, así como desarrollar
la cognición y habilidades socio afectivas, es decir un capital humano integral
para la convivencia y competente en el contexto en el que se desarrolle
(Trujillo, 2014). Es por ello de que se apoya en las teorías del Capital Humano
y Practicum.
4.-Economía
de la Educación, la Teoría del Capital Humano y Practicum
La Economía es la ciencia que se enfoca en la
distribución de los productos y servicios que se realizaron con recursos
escasos para un mejor aprovechamiento de la tierra, trabajo y capital, en
particular en educación se analiza la oferta tanto de empleos como demanda de
mano de obra calificada para determinado trabajo en una sociedad (Morales,
1993).
La economía de la educación es
de utilidad para identificar las características de la población de un país,
así como sus fortalezas y debilidades en el capital humano para desarrollar
políticas públicas que les permitan mejorar la competitividad como país al
incrementar las remuneraciones de las personas así como el Producto Interno
Bruto. México es un país en vías de desarrollo y la educación es uno de los
caminos esenciales que le conducirá a una economía próspera y de progreso.
4.1.-
Teoría del Capital Humano y la relación con las Empresas
El Capital Humano es uno de los elementos más
importantes en el desarrollo y crecimiento de un país, para ello reciben
educación básica y formación para el trabajo que les permita adquirir las
competencias necesarias para desarrollarse en el ámbito laboral o empresarial.
Schultz (1972) define al Capital
Humano como el que incluye elementos cualitativos como aquellas habilidades,
conocimientos y atributos, que influyen en la capacidad individual para
realizar un trabajo productivo. Una consideración inicial de la Teoría del
Capital Humano, se remota a la de Smith (1776), quien señala que el ser humano
educado es parecido a una máquina costosa, ya que desarrolla una actividad con
mayor destreza y habilidad, que aprendió con trabajo y tiempo, por lo tanto
espera recibir un salario superior a los de trabajo ordinario.
La teoría keynesiana identifica
claramente la educación de consumo y de inversión, especificando los gastos en
instrucción básica que realizan las familias y el gobierno por medio de los
ingresos tributarios se refiere a un consumo, mientras que la formación para el
trabajo es una inversión (Blaug, 1982). Sin embargo cuando se considera que el
aumento de la escolaridad permite que la persona sea más productiva en la
fuerza laboral, de cierta forma se va capitalizando.
Uno de los indicadores más
importantes de la población económicamente activa ocupada es el nivel de
instrucción, el cual se caracteriza en la Figura 1, considerado un promedio
aproximado de 53,563,390 habitantes en el año 2018 conforme a cifras
preliminares (INEGI, 2019), la mayor parte de la población económicamente
activa tiene un nivel de instrucción de secundaria completa, medio superior y
superior, lo cual implica que los individuos deben desarrollar mejores
habilidades para el trabajo, que les permitan competir en el mundo laboral de
constante dinamismo, donde particularmente los técnicos industriales requieren
fortalecer sus competencias profesionales (INEGI, 2019a).
Sólo un 37.69 % aproximadamente
de la población ocupada tienen nivel de instrucción de nivel medio superior y
superior en el 2018, si este porcentaje se incrementa y sus competencias
profesionales se fortalecen, podría mejorar el promedio de salario diario en
las remuneraciones de las personas (INEGI, 2019a).
Por su parte, Becker (1983) sistematizó
la teoría del Capital Humano de Schultz (1972) y realizó una reformulación, ya
que consideró un conjunto de implicaciones, entre las relaciones que encontró
fueron las siguientes: 1).- El ritmo de crecimiento de los ingresos tiene una
relación positiva con el nivel de cualificación, 2).-Las tasas de desocupación
tienden a una relación inversa con el nivel de cualificación, 3).-Las
organizaciones de los países subdesarrollados son más paternalistas que los
desarrollados, 4).- Las personas más jóvenes cambian más seguido trabajo,
reciben más escolarización y formación para el trabajo, 5).- La distribución de
los ingresos está relacionada con los trabajadores profesionales y
cualificados, 6).- Los individuos más competentes reciben más educación que otros,
7).-La división del trabajo es limitada por las dimensiones de mercado y 8).-
Invertir en capital humano es irreflexivo si se compara con la inversión en
capital tangible.
La teoría del Capital Humano ha
ido evolucionando, O´cnoor (2002) caracteriza a este término como un proceso
que tiene como consecuencia un aumento sostenido de las inversiones de capital
humano, sin conocer previamente una razón por un desequilibrio temporal de
demanda y oferta de fuerza laboral calificada, para ello es importante comparar
la relación de la dotación de capital humano y la relación positiva con el
crecimiento en el Producto Interno Bruto de un país. Asimismo, tiene que
existir una combinación de la educación con las tecnologías empleadas para un
mejor aprovechamiento en organizaciones estructuradas.
La población económicamente
activa debe tener los conocimientos, destrezas y habilidades que le permitan un
crecimiento profesional, mejorando su salario y bienestar, a su vez contribuir
al desarrollo del país incrementando el Producto Interno Bruto y su nivel de
competitividad.
La población económicamente
activa podría contribuir en mayor medida al Producto Interno Bruto del país,
esto si se promueve la mejora en el Capital Humano y la participación en las
empresas. Además de buscar la vinculación de la población económicamente no
activa pero con posibilidades de realizar las prácticas profesionales, que
coadyuven al crecimiento económico del país y desarrollo individual, que
incluso puedan ser retribuidas con un salario, gratificación o beca por parte
de las empresas.
Además, la importancia de la
aplicación de las habilidades y conocimientos adquiridos en la vida de un
individuo radica que estos mejorarán su productividad, es decir participará de
manera más eficiente en el proceso de producción (Villalobos y Pedroza, 2009).
Asimismo la OCDE (1998)
considera que la inversión en Capital Humano es una de las estrategias para
lograr la prosperidad económica, el empleo y la cohesión social ya que la
sociedad reconoce a las habilidades y competencias adquiridas para permitir el
éxito en el futuro.
El Capital Humano continúa
siendo relevante, de acuerdo con estudios de Villarreal (2016) muestran que
existe una relación positiva y representativa en cuanto a experiencia,
educación individual y promedio estatal con respecto a los salarios, ya que al
aumentar la escolaridad promedio de los Estados en México, se asocia
directamente con los incrementos en los salarios individuales, asimismo se
evidencia que en los lugares donde hay mayor número de empleados con nivel
superior, son mayores los beneficios salariales a los de la educación promedio.
Además las fuerzas de mercado
por medio de la oferta y demanda por cualificación representan cambios en los
salarios. Las escuelas brindan las herramientas para que el individuo esté
capacitado y aumente su valor en el mercado, es por ello que actualmente la
educación media superior es obligatoria, ya que se pretende que impacte en los
salarios futuros (Pacheco, 2016).
Aunado a lo anterior, también es
relevante especificar que si bien a mayor nivel educativo será beneficiado con
el ingreso, se deben considerar que otras variable sean equitativas como la igualdad
salarial entre hombres y mujeres, así como la remuneración en zonas rurales y
urbanas (Salamanca, 2015).
Por otra parte, Ramírez (2015)
realiza una postura crítica del Capital Humano en la que menciona que las
políticas públicas no sólo deben ir dirigidas únicamente a la educación,
formación para el trabajo y conservar la salud de la fuerza de trabajo, como
medio capitalista, sino también para mejorar la sociedad e incremento de la
libertad humana.
Es responsabilidad del Estado
hacer diagnósticos de las necesidades del mercado, para poder ofrecer estudios
de educación media superior y programas de inserción, que le permitan vincular
a los estudiantes con el sector productivo, además de buscar la mejora de la
sociedad, por medio del desarrollo de sus políticas públicas educativas.
4.2.-
Teoría del Practicum y su Relación
con las Empresas
La formación para el mundo productivo es
fundamental para brindar las competencias que le permitan al individuo
adaptarse al mundo laboral y continuar mejorando dentro de este, desarrollar
habilidades de comunicación, trabajo en equipo, así como desempeñar su función
profesional con una postura crítica y reflexiva (Aguerrondo, s/f ).
La educación de calidad debe
aportar los insumos, que en este caso se refiere a los practicantes y egresados
para el desarrollo económico, que deben de cumplir con las demandas de la
sociedad, las cuales se dividen en 3 áreas: eje epistemológico referente al
conocimiento, eje pedagógico correspondiente a las áreas disciplinares y eje organizativo-administrativo
que tiene relación con el contenido (Ibíd).
El eje
organizativo-administrativo plantea la responsabilidad del sistema educativo de
fomentar de forma equilibrada los conocimientos significativos, para
posibilitar la participación de los individuos en el campo laboral (Ibíd), por
medio de las prácticas profesionales de Educación Media Superior, en
Bachillerato Tecnológico. Las prácticas profesionales son aquellas actividades
relacionadas con su área de conocimiento, en un periodo de tiempo determinado
(SEP, 2016), que generalmente es de 240 horas en 3 meses para nivel técnico.
Las competencias profesionales que logren los
estudiantes dependen de la formación teórica y la aplicación práctica del
conocimiento académico al profesional. Lo anterior ha tenido mayor énfasis en
los estudios superiores dentro de las universidades (Molina, 2007), sin embrago
el bachillerato tecnológico tiene la misión de formar técnicos capacitados para
ejercer una función en la sociedad, es por ello que el concepto de Practicum debe ser considerado como
elemento formativo de importancia.
El Practicum consiste en el periodo de tiempo en el que los
estudiantes tienen una formación profesional complementaria en los contextos
laborales, los cuales pueden ser desde organizaciones comerciales,
industriales, de servicios, etc. en un entorno real, esto puede traer
resultados importantes en la aplicación de competencias profesionales (Zabalza,
2003).
De acuerdo con Macías (2015) el aprendizaje y
sentido de las prácticas profesionales se construye a partir de las creencias o
significados anteriores, que se van agregando a las experiencias durante los
estudios y el desarrollo mismo de la práctica. Es el momento y lugar donde los
estudiantes definen gustos y preferencias dentro del contexto organizacional,
además representan un medio para el proceso de formación integral de la mano al
sector productivo.
Dentro de los beneficios que trae el Practicum se encuentran: lograr una
visión más clara del mundo laboral, desarrollar habilidades profesionales e
interpersonales, aumentar las posibilidades de contratación en futuros empleos,
mejorar la madurez, desarrollar buenas actitudes ante la supervisión,
autoconfianza, razonamiento y resolución de problemas prácticos (Mayor, 2001; Hativa,
2001; Cannon, 2002; Michavilla y Martínez, 2002).
Esta actividad supervisada,
debería estar muy relacionada con el plan de estudios, de modo tal que el
egresado pueda tener las herramientas para vincularse al mercado laboral, ya
que adquirió y fortaleció sus competencias (Benatuil y Laurito, 2015).
Uno de los aspectos principales
de la población ocupada es caracterizarla de acuerdo al sector de actividad
económica en el país, que del año 2016 al 2018 tiene un comportamiento promedio
similar: el 19 % corresponde a comercio, 16 % industria manufacturera, 13 %
agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y caza, seguido de 10 % en
servicios diversos, 8 % para construcción y 8 % servicios diversos como se
indica en la Figura 2 (INEGI, 2019b).
Resulta indispensable analizar los sectores
que conforman la actividad económica del país, además de identificar claramente
las demandas y perfiles de puestos de los practicantes y trabajadores, de
acuerdo a las necesidades empresariales. Con base a lo anterior, será posible
desarrollar y mejorar las competencias de los alumnos de Educación Media
Superior.
A su vez, la práctica profesional representa
el enlace entre la institución y la realidad, por lo que el alumno tendrá mayor
aprendizaje, debido a que asimilará de una mejor forma la teoría, se convertirá
en una individuo preparado para desempeñar su profesión correctamente en el
área del conocimiento que le compete (Oliver, Santana, Ferrer y Ríos, 2015).
Por otra parte, los estudiantes
deben estar conscientes de la relevancia de las prácticas profesionales, ya que
contribuyen a la formación profesional, motivarse por el aprendizaje del mundo
laboral, valor curricular y experiencia laboral, eligiendo el lugar de acuerdo
a sus intereses, cumpliría con el objetivo cuando relacione la formación
académica y la práctica. Algunas áreas de oportunidad en el proceso de
realización se pueden identificar la difusión de vacantes y apoyo de
experiencias de compañeros practicantes (Chan, Mena, Escalante y Rodríguez,
2018).
Las instituciones de Educación
Media Superior de Bachillerato Tecnológico también deben de preocuparse por
contribuir en este papel clave que representa la transferencia, adquisición y
movilización de conocimientos en una situación de trabajo real. Es por ello, que
existen actualmente algunas políticas educativas para apoyarlos. Sin embargo,
es importante fortalecerlas, para motivar el interés de los alumnos por la
realización de las prácticas profesionales.
5.-Políticas Públicas Educativas
Conforme a la conceptualización de Sánchez
(1998) la política pública educativa se refiere a la intervención del Estado en
la educación, comprende además de la acción educadora sistemática llevada por
el Estado a través de las instituciones docentes, todas aquellas acciones para
asegurar, orientar y modificar la vida cultural del país.
Las políticas públicas en
educación se elaboran a partir de un diálogo entre los diferentes actores,
incluyendo también las demandas y presiones de la sociedad y de la realidad
educativa, si no existe presencia de los tres actores básicos puede generar
grandes distorsiones de información y toma de decisiones (Murillo, 2007).
La política educativa es pública
ya que supone tres aspectos importantes: transparencia, interés general y
financiamiento colectivo, esto requiere un análisis de orden teórico y
técnico-metodológico. Las decisiones de política educativa son resultado del
diálogo, presentando argumentos y acuerdos, su realización requiere información
confiable, conocimientos especializados y de cálculos precisos, para una
adecuada implantación porque se verán reflejados los efectos políticos y
sociales del Estado. Las políticas públicas educativas incluyen tres fases:
diseño, operación y resultados (Nieto, 2014).
En la actualidad existen
acciones del gobierno para brindar los servicios de educación media superior
que tiene mayor relación con el tema de vinculación con el sector productivo.
Estas acciones provienen de recomendaciones, que se incluyen como Políticas
Internacionales propuestas por organismos como la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en
inglés), Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y
Banco Mundial, de Estado reflejadas en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, de Gobierno asentadas en los planes de desarrollo y Públicas
aplicadas en los programas, a continuación se detallan cada una de ellas.
Las Políticas Internacionales
más relevantes son: Educación 2030 Declaración de Incheon y Marco de Acción
para la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 Garantizar una
educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de
aprendizaje permanente para todos, siendo el agente principal la UNESCO, en
donde se especifican las metas siguientes: asegurar el acceso en condiciones de
igualdad para todos los hombres y las mujeres a una formación técnica,
profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria y
aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos que tienen las
competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder
al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento (UNESCO, 2016). Asimismo se
establecen las mismas metas en Educación 2030 Declaración de Buenos Aires,
organizado por La Oficina Regional de Educación para América Latina y el
Caribe, del cual es parte México (UNESCO, 2017).
Asimismo, la OCDE en América
Latina emitió recomendaciones en el año 2016 para la Serie Mejores Políticas:
“Fomentando un crecimiento inclusivo de la productividad en América Latina”,
dentro del objetivo de capital humano sugiere desarrollar competencias más
sólidas por medio del sistema educativo, fortalecer la vinculación entre la
educación, formación y mercado laboral, así como también evaluar de forma
anticipada y correcta las competencias, de modo que sea útil en la toma de
decisiones y elaboración de políticas para disminuir la escasez y falta de
relevancia de las mismas. Igualmente, considera importante promover empleos de
alta calidad, por medio de una ampliación al acceso y programas activos del
mercado de trabajo, fortaleciendo el sistema educativo (OCDE, 2016).
Por su parte, el Banco Mundial
dentro de la Estrategia 2020 para el Sector Educativo, especialmente en países
de ingresos medio como México presentan desafíos para mejorar el sistema
educativo, que contribuya al desarrollo de la fuerza laboral y garantizar que los
alumnos con desventaja y con bajo rendimiento escolar puedan verse favorecidos
con mayores oportunidades. Las prioridades del Banco Mundial son: 1.- Mejorar
la calidad y relevancia del sistema educativo, que permita fortalecer la
vinculación con el mercado laboral y la transición de la escuela al trabajo,
respondiendo a la demanda de programas de habilidades flexibles y 2).-Brindar
soporte de calidad y asegurar mecanismos de financiamiento eficientes y
equitativos para el bachillerato, los cuales están bajo presión para proveer
fuerza de trabajo con habilidades significativas y generar innovación que
impulsen el progreso económico (Banco Mundial, 2011).
En el ámbito de México, se
especializaron los centros de formación técnica industrial y formaron los
centros de Estudios Tecnológicos para el año de 1969 y es en el periodo donde
fue presidente Luis Echeverría (1970-1976) donde se establece la normatividad
para la realización de las prácticas profesionales para los estudiantes de las
carreras técnicas del nivel medio superior, el enfoque político fue tener un
desarrollo económico, dando prioridad a las instituciones industriales y de
servicios por medio de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial
(DGETI), así como agropecuarias en la Educación Tecnológica Agropecuaria y
Forestal (DEGTA) y pesqueras en Educación en Ciencias y Tecnología del Mar
(DGCyTM) ) (Soto, 2005).
La Reforma Integral de la
Educación Media Superior se planteó en desde el año 2008, que tenía como
objetivo impulsar la educación basada en competencias, así como la regulación
de los sistemas educativos por medio del Marco Curricular Común y el Sistema
Nacional de Bachillerato (Tuirán y Hernández, 2016).
Sin embargo, el Reglamento
General de Control Escolar para el Bachillerato Tecnológico aplicable a los
estudiantes de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial que
autoriza la Secretaría de Educación Pública, no establece la realización de las
prácticas profesionales como opción o requisito de titulación, por lo que los
estudiantes pueden mostrar desinterés debido a esta falta de normatividad, esto
plasmado desde el ciclo escolar 2010-2011 en las Normas Específicas para los
Servicios Escolares de los planteles de la Dirección General de Bachillerato,
Dirección General de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar, Dirección
General de Educación Tecnológica Agropecuaria, Dirección General de Educación
Tecnológica Industrial Coordinación de Organismos Descentralizados Estatales de
los Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos (SEP, 2010- 2011). Esta
situación resulta incongruente con la Reforma Integral de la Educación
Superior, ya que trataba de impulsar las competencias profesionales de los
estudiantes de bachillerato.
En el país es posible identificar
Políticas de Estado dentro de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en su Artículo 3º, donde por medio de las reformas se establece la
obligatoriedad de la educación media superior junto con la educación
preescolar, primaria y secundaria conforman la educación básica (CPEUM, 2012).
Posteriormente se agrega el aspecto de garantizar que la educación obligatoria
sea de calidad (CPEUM, 2013). Además del Artículo 5º, que manifiesta que las
personas podrán dedicarse a la profesión, industria, comercio o trabajo que le
acomode, que sean lícitos, especificando la ley de cada Estado las profesiones
que necesiten título para ejercerlas (CPEUM, 2016).
Dentro de las Políticas de
Gobierno en la administración inmediata anterior se planteó en el Plan Nacional
de Desarrollo 2013-2018 como una de las 5 metas nacionales es: garantizar un
desarrollo integral de todos los mexicanos y así contar con un capital humano
preparado, que sea fuente de innovación y lleve a todos los estudiantes a su
mayor potencial humano (PND, 2013-2018).
Para ello se especifican algunas
estrategias que ayudan a vincular los estudiantes y egresados de la educación
media superior con el sector productivo. Como por ejemplo 1.-Garantizar que los
planes y programas de estudio sean pertinentes y contribuyan a que los
estudiantes a desarrollar aprendizajes significativos y competencias que les
sirvan a lo largo de la vida. 2.-Impulsar el desarrollo de las vocaciones y
capacidades científicas, tecnológicas y de innovación locales, para fortalecer
el desarrollo regional sustentable e incluyente. 3.-Democratizar la
Productividad. 4.-Promover el incremento de la productividad, la empleabilidad
y la capacitación en el trabajo (PND, 2013-2018).
Asimismo referente a las
políticas públicas, el gobierno federal promueve el Programa de Becas Media
Superior, en la que incluye una Convocatoria de Beca para Prácticas
Profesionales, dirigida a los alumnos regulares de instituciones de educación
media superior públicas, que estudian profesional técnico o profesional técnico
bachiller y con el propósito de aplicar los conocimientos adquiridos y
fortalecer su formación profesional mediante prácticas profesionales en el
sector productivo, en el sector económico primario, secundario y terciario.
También existe el Sistema
Integral de Gestión Escolar de la Educación Media Superior que permite plantear
metas y logros (SIGEEMS, 2018), en este nivel educativo tiene relación con la
vinculación de los estudiantes con el sector productivo, ya que verifica el
inicio y realización de las prácticas profesionales.
La mejora en el nivel de
escolaridad del país y el desarrollo de políticas públicas educativas que
logren la vinculación institución-empresa, además de una continua capacitación
en y para el trabajo, permitirán incrementar los beneficios individuales, así
como el crecimiento y desarrollo económico del país, reflejándose en su ventaja
competitiva sostenible.
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Fecha de recepción: 23 de
enero de 2019/Fecha de aceptación:
25 de enero de 2019/Autor para correspondencia:
sboetag@upv.edu.mx/Universidad Politécnica de Victoria/Dirección: Av. Nuevas Tecnologías 5902, Parque Científico y
Tecnológico de Tamaulipas, 87138 Cd Victoria, Tamps.1