Fecha de recepci—n: 17.06.2019 Fecha de aceptaci—n: 05.07.2019

 

Discapacidad e inclusi—n en la educaci—n superior. Una aproximaci—n inicial

Disability and inclusion in higher education. An initial approach

Jeny HaideŽ Espinosa-Barajas*

*Autor para correspondencia: jhespinoza@docentes.uat.edu.mx Direcci—n: Centro Regional de Formaci—n Docente e Investigaci—n Educativa/Avenida Basic y Avenida Software, Parque Cient’fico y Tecnol—gico, Tecnotam. Carretera Cd. Victoria-Soto La Marina Km 6, Cd. Victoria Tamaulipas, MŽxico, C.P. 87138.

 

RESUMEN

La inclusi—n y la equidad han sido temas prioritarios de los sistemas educativos en todo el mundo para atender a la diversidad de estudiantes, entre ellos, las personas con discapacidad. El presente es parte de un proyecto m‡s amplio que tiene el prop—sito de generar una construcci—n te—rica desde la perspectiva de los sujetos con discapacidad, utilizando las estrategias de la Teor’a Sustentada, en la que las tŽcnicas narrativas, como la observaci—n y la entrevista, juegan un papel primordial. Lo que este art’culo reporta es solo una primera aproximaci—n que tuvo por objetivo explorar tanto los temas a considerar para el estudio como las tŽcnicas de investigaci—n a utilizar en este proyecto. Para ello, se realizaron observaciones y entrevistas en torno a la experiencia escolar de un estudiante con discapacidad en una instituci—n de educaci—n superior del noreste de MŽxico, teniendo como resultado la identificaci—n de ciertas barreras para la inclusi—n educativa. Se concluye que existe un ‡rea de oportunidad en cuesti—n de inclusi—n y equidad en las instituciones de educaci—n superior en MŽxico, principalmente en la infraestructura f’sica, el curr’culo y la formaci—n docente. Palabras clave: Inclusi—n educativa, equidad, discapacidad.

 

ABSTRACT

Inclusion and equity have been one of the priority topics of education systems throughout the world to address the diversity of students, including people with disabilities. This report is part of a larger project which purpose is to generate a theorical construction from the perspective of disabled subjects, using strategies of grounded theory in which narrative techniques, such as observation and interviews, play a central role. What is reported here is just a first approach to explore the topics and techniques to be considered by the project at large. Observations and interviews were carried out around the school experience of a disabled student in a higher education institution of the northeast of Mexico, having as a result the identification of particular barriers for educational inclusion. It is concluded that there is an area of opportunity in question of inclusion and educational equity in higher education institutions in Mexico, mainly in the physical infrastructure, the curriculum and teacher training. Keywords: Educational inclusion, equity, disability.

 

INTRODUCCIîN

La inclusi—n en la educaci—n, de acuerdo con la UNESCO (2003, 2015, 2017), se concibe como un proceso que permite tomar en cuenta la diversidad de las necesidades de los ni–os, j—venes y adultos mediante una mayor participaci—n en el aprendizaje, actividades culturales y actividades comunitarias, para con ello reducir los niveles de exclusi—n en el contexto de la ense–anza, lo cual requiere un proceso de cambios y de modificaciones en las estructuras y estrategias en las escuelas y en los sistemas educativos.

El tŽrmino equidad parte de la justicia En el ‡mbito de la educaci—n significa darle a cada quien lo que requiere para desarrollarse plenamente en todas las actividades escolares, desde los accesos, la infraestructura, materiales, hasta el reconocimiento de sus identidades (Dom’nguez, 2014).

 

El mundo actual est‡ preocupado por la inclusi—n y la equidad. Los organismos internacionales y nacionales han hecho esfuerzos para que la inclusi—n sea un tema prioritario en las instituciones educativas. Se busca que todas las personas tengan las mismas oportunidades de acceder, permanecer, participar y lograr los mismos resultados en los aprendizajes. En este sentido, la Agenda Mundial 2030 para el Desarrollo Sostenible impulsa la educaci—n inclusiva mediante el Objetivo 4 ÒGarantizar una educaci—n inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todosÓ UNESCO, 2015), aunque sus antecedentes se encuentran en la Declaraci—n Mundial sobre Educaci—n para Todos, aprobada en Jomtien, Tailandia, en 1990, y en la Declaraci—n de Salamanca de 1994. En estos documentos se afirma que mediante la inclusi—n se pueden combatir las actitudes discriminatorias, construir una sociedad integradora y proporcionar una educaci—n m‡s efectiva (UNESCO, 2009).

 

En MŽxico, los antecedentes de una educaci—n inclusiva y equitativa se derivan de la educaci—n especial y de la pr‡ctica de la educaci—n integradora desde los a–os 90. Las pol’ticas educativas se relacionan con los planes de desarrollo nacionales y estatales vigentes, la fundamentaci—n legal se encuentra en la Constituci—n Pol’tica de los Estados Unidos Mexicanos y la normatividad se rige bajo la Ley General de Educaci—n.

 

Sin embargo, los programas y proyectos de inclusi—n y equidad que se conocen en MŽxico se han implementado en el nivel b‡sico a travŽs de la Secretar’a de Educaci—n Pœblica. De ellos se desprende la educaci—n inclusiva para los discapacitados y para los ind’genas. En el nivel superior el problema de la inclusi—n se agudiza, ya que, como lo mencionan Toscano et al. (2017, p. 49), ÒLas Instituciones de Educaci—n Superior en su mayor’a no se encuentran preparadas para cubrir las necesidades a los sectores de la poblaci—n en situaci—n de vulnerabilidadÓ.

 

Por lo anterior, el proyecto se centr— en investigar c—mo experimentan los estudiantes con discapacidad en la educaci—n superior el proceso de inclusi—n y equidad, para proponer soluciones que permitan su plena inclusi—n. Para ello se recurri— a la Teor’a Fundamentada. Las estrategias de la Teor’a Fundamentada permiten comprender c—mo definen los individuos un fen—meno a travŽs de su propia interacci—n social, es decir, mediante un proceso inductivo donde se van interpretando significados desde la realidad de los mismos sujetos, con el fin de crear una teor’a que explique el caso de estudio (Glaser y Strauss, 1967).

 

Observaci—n, entrevista y triangulaci—n Para explorar las experiencias de un alumno con discapacidad en una instituci—n de educaci—n superior se utiliz— como recurso metodol—gico cualitativo un estudio de caso instrumental, por su sentido de particularizaci—n y por la necesidad de comprensi—n en general (inclusi—n y equidad) de un caso caracter’stico: persona en silla de ruedas.

 

Las tŽcnicas utilizadas fueron la observaci—n participante, para registrar los acontecimientos y ofrecer una descripci—n relativamente in cuestionable para posteriores an‡lisis, como lo menciona Mej’a (2004): recoger aquella informaci—n m‡s directa, profunda y mœltiple. Se realizan entrevistas a profundidad ya que implican reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, dirigidos hacia la comprensi—n de las perspectivas que estos tienen respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como lo expresan con sus propias palabras Taylor y Bogdan (1992).

 

Para este acercamiento se eligi— a çngel un estudiante de una instituci—n de educaci—n superior del noreste de MŽxico que desde muy peque–o anda en silla de ruedas. La observaci—n se realiz— en el sal—n de clase del segundo semestre de su carrera, con el objetivo de descubrir y describir su vida diaria escolar y su transitar para llegar a su sal—n de clase. Adem‡s de sostener entrevista a profundidad con Žl, para efectos de triangulaci—n se realiz— otra con una de sus compa–eras de clase; con el objetivo de conocer su experiencia en la convivencia en su vida diaria escolar. Se opt— tambiŽn por una tercera entrevista con una profesora de la misma escuela, para conocer su experiencia en clase con un estudiante con discapacidad. Los datos que se presentan en este informe proceden del an‡lisis transversal de los testimonios obtenidos de la observaci—n y de las entrevistas.

 

Observar la cotidianidad

La primera tarea de observaci—n tuvo como prop—sito descubrir y describir la vida diaria de çngel en el sal—n de clase:

 

Eran las 2:00 p.m. cuando dentro del aula (un espacio sin tarima, con un escritorio y bancos), la mayor parte de los y las estudiantes ya estaban en sus lugares, pero no se visualiz— a çngel, se tuvo la sospecha de que probablemente ese d’a no acudir’a a la clase.

 

A las 2:05 p.m. la profesora se apresur— hacia la puerta, y al abrirla la detuvo; era çngel, que hab’a llegado un poquito tarde. Inmediatamente se instal— en el primer sitio de la tercera fila. La compa–era que se encontraba en el segundo sitio lo ayud— a acomodar el banco, lo volte— con la paleta hacia el lado derecho y le ayud— con la mochila, la cual coloc— en el asiento del mismo banco. ƒl sac— un cuaderno y empez— a buscar sus plumas que tra’a en la bolsita de su mochila. La profesora inici— la clase y Žl, de manera muy natural, puso atenci—n e hizo anotaciones. En ocasiones volteaba a conversar con su compa–era o a ver su cuaderno, para seguir tomando nota. Sonri— y particip— como todos en la clase. En el transcurso de la hora, interactu— tambiŽn con el compa–ero sentado a su derecho. La profesora sigui— su clase de manera normal y les pidi— que realizaran algunos ejercicios, utilizado una presentaci—n digital con los contenidos. Algunos de los estudiantes los resolvieron muy r‡pido y empezaron a mencionar los resultados. Al finalizar la clase, tres de sus compa–eros se le acercaron e hicieron una especie de saludo con varios movimientos de las manos. çngel sonri— y platic— con ellos. La profesora se despidi— y sali— del aula.

                                                                                    

Se advirti— que el sal—n no est‡ adaptado para Žl, ya que desde que entr— tuvo dificultades para pasar, la puerta es muy pesada y no se abri— completamente. Tampoco ten’a espacio para apoyarse y hacer sus anotaciones, es decir, le hace falta mobiliario accesible. Sin embargo, mantuvo una actitud positiva y alegre.

 

En otro momento se observ— c—mo llega a la escuela y a su sal—n de clase. Para ello, se acudi— a la 1:49 p.m., unos minutos antes de su hora de entrada. A la 1:58 p.m. la profesora lleg— y se encamin— hacia la direcci—n a registrar su ingreso.

 

A las 2:03 p.m. lleg— un veh’culo que se estacion— en el lugar para discapacitados. Eran çngel y su pap‡. El se–or descendi— del carro, baj— la silla que se encontraba en el asiento trasero, despuŽs baj— unas llantas del techo colocadas en una especie de canastilla met‡lica, las sujet— a la silla y le dio la vuelta al carro para ir a abrirle la puerta a çngel, que de un solo movimiento se instal— en su silla.

 

Su pap‡ le acomod— la mochila en la espalda y se despidi— de Žl. çngel, muy r‡pido, le dio vuelta a las ruedas con sus manos y recorri— la banqueta, despuŽs atraves— la explanada y subi— una peque–a rampa. Sigui— el camino hasta casi llegar a una segunda rampa, la cual se ve’a m‡s grande. En eso, un compa–ero lo vio y le corri— para ayudarlo a subirla y lo encamin— hasta el sal—n de clases, otro compa–ero abri— la puerta y entraron los tres.

 

La entrevista. Fragmento çngel es un estudiante de 24 de a–os de edad, con discapacidad f’sica, que cursa el segundo semestre de una carrera de educaci—n superior. Su familia consta de dos integrantes, su pap‡ y Žl. Su mam‡ se separ— de ellos hace muchos a–os. Tuvo un hermano, que ya muri—. El pap‡ trabaja en el sector informal. çngel solo depende de su pap‡, que es quiŽn lo lleva a la escuela. La discapacidad f’sica de çngel es a consecuencia de un accidente que tuvo cuando ten’a dos a–os de edad:

 

Mi discapacidad es adquirida. Cuando yo ten’a dos a–os sufrimos un accidente con mi familia, en ese tiempo mi pap‡ y mi mam‡ estaban juntos y yo ten’a pues dos a–os, creo que segœn me contaron ellos porque estaba muy chico. Salimos a comprar algo. Mi pap‡ llevaba a mi mam‡ en la bicicleta y mi mam‡ me llevaba en brazos, pero un cami—n de los que transportaban hielo antes, el se–or iba borracho, se sali— de la carretera y nos arroll—. Entonces, quedamos los tres muy mal, mi pap‡ quedo con una lesi—n de mŽdula pero es leve; a veces batalla y a veces no. Yo quedŽ con una lesi—n medular pues hasta la cintura, no recuerdo en quŽ vertebra, y hab’a quedado cuadraplŽjico, aunque me recuperŽ gracias a terapia, pero a partir de los dos a–os quedŽ en silla de ruedas.

 

Su trayectoria escolar inici— en el K’nder, como el de casi todos los ni–os en MŽxico, con la educaci—n b‡sica obligatoria. çngel curs— este nivel en una escuela pœblica. Segœn platic—, lo trataban como a cualquier otro ni–o, pero Žl se sent’a diferente:

 

Al principio, cuando eres ni–o, no te das cuenta que eres diferente, te sientes normal, pero ya cuando ves o quieres hacer otras cosas ves tu limitaciones. Los ni–os a esa edad tampoco te ven tan as’, pero tu si los ves diferente, te das cuenta de la diferencia. Te tratan bien y todo igual, hay conflictos y todo, pero te empiezas a sentir porque de repente dicen cosas sobre ti cosas o te hacen preguntas, cosas as’, y eres ni–o y tratas de responder, pero al mismo tiempo te confundes.

 

TambiŽn mencion— que curs— dos turnos en el K’nder, porque su pap‡ no lo pod’a cuidar, ya que ten’a que trabajar: ÒEntrŽ m‡s joven al k’nder, pero estuve en los dos turnos, porque mi pap‡ trabajaba y no pod’a estar solo en la casa, ah’ me quedabaÓ.

 

La segunda etapa de su educaci—n fue la primaria, que curs— en diferentes escuelas pœblicas. Y tuvo problemas, porque se le desarroll— la escoliosis (curvatura lateral de la columna vertebral) y el dolor que le causaba le imped’a asistir a la escuela, por lo que tambiŽn tuvo distanciamiento con sus compa–eros:

 

Fui a escuelas pœblicas, pero por razones familiares me estuve cambiando mucho. Estuve un a–o en una escuela y luego en otra, pero ah’ si tuve m‡s problemas. Debido a la discapacidad, empecŽ a desarrollar escoliosis, entonces empecŽ sentir mucho dolor f’sico y faltaba mucho a la escuela, iba a presentar ex‡menes nada m‡s y con mis compa–eros s’ se dio era un distanciamiento m‡s grande.

 

 

La tercera etapa de su educaci—n la efectu— en la secundaria 34. TambiŽn tuvo problemas por la escoliosis, se sent’a muy cansado, y no rend’a en las cuestiones acadŽmicas y se empez— a aislar:

 

All’, pues ya ten’a problemas, muchos problemas f’sicos, segu’a lo que hab’a empezado en la primaria. ComencŽ a faltar en la secundaria tambiŽn. Estaba en el sal—n, casi no sal’a de ah’, porque terminaba bien cansado de estar sentado, por la escoliosis: me quedaba en el sal—n, sal’a a comer y me regresaba al sal—n. No rend’a en cuestiones educativas, sent’a que era muy r‡pido, sent’a que me faltaba conocimiento y as’; porque faltaba mucho pues ten’a que pasar apuntes. A veces mis compa–eros me ayudaban y a veces no, fue una etapa en la que me empecŽ a aislar.

 

La cuarta etapa la inici— en la preparatoria abierta. Debido a una cirug’a de columna no pudo continuar en la escuela y por eso, cuando se recuper—, empez— nuevamente con el œltimo a–o de secundaria y el primer semestre de la preparatoria:

 

La preparatoria la tuve que hacer abierta y parte de la secundaria tambiŽn, porque la escoliosis ya la ten’a avanzada, me operaron de urgencia. Entonces, el œltimo a–o de secundaria no me lo revalidaron, sino que lo tuve que hacer en la secundaria abierta, porque me hospitalicŽ; me hicieron una cirug’a de columna, cambio de discos y un mont—n de cosas. Entonces, el œltimo a–o y prepa todo fue abierto.

 

Tuvo que terminar la preparatoria en un CECATI, donde se sent’a m‡s c—modo, porque educaban solo a personas con algœn tipo de discapacidad, considerando la educaci—n m‡s integral.

 

En la prepa empecŽ en la SEP, de ir y presentar ex‡menes nada m‡s; despuŽs, me sal’ de ah’, no recuerdo porquŽ, y me met’ a otras que hicieron enfocadas a la discapacidad, como una que hay en el CECATI de prepa abierta, que educaba a puras personas con discapacidad. Ah’ s’ era de ir y asistir. La verdad, todos los compa–eros todos ten’an un problema y fuŽ mas integral.

 

En la actualidad çngel cursa el segundo semestre de educaci—n superior. Consiedera que es algo dif’cil, pero que le gusta porque sus compa–eros lo aceptan m‡s: ÒCon los compa–eros mi condici—n es m‡s aceptable, como que en esta edad ya entienden o te preguntan una u otra cosa, pero ya saben que es un problema, pero es normalÓ.

 

TambiŽn coment— sus dificultades con los ba–os: ÒHe tenido problemas porque los ba–os cuando entras no est‡n bien no est‡n muy accesibles est‡n muy inc—modos para entrar en silla.

 

Acerca de c—mo se siente en su actividad diaria, dice que trata de hacer su vida normal, pero le cuesta el doble de esfuerzo en comparaci—n con sus compa–eros: ÒPor m‡s que quiero hacer la vida normal como los dem‡s no es posible pues porque ellos tienen m‡s resistencia y lo que a ellos les cuesta digamos un esfuerzo a mi me cuesta dos veces m‡s el esfuerzo y entonces es complicadoÓ.

 

Le preocupa tambiŽn sus inasistencias a clase, ya que, debido a su dolor y cansancio por permanecer tanto tiempo sentado, habr‡ ocasiones en que se pueda levantar para ir al doctor a que le dŽ una receta que le justifique las faltas.

 

Yo, debido al uso de la silla, va haber momentos en los que un d’a o dos no voy a poder venir, pero tampoco lo voy a poder justificar, porque no podrŽ ir al hospital y sacar cita, sino que va ser de que no es pŽrdida acadŽmica y ah’ si me ver’a afectado. Ha pasado con algunos maestros, con otros que s’ he logrado traer la receta y ya me lo aceptan.

 

En cuanto a las autoridades de la escuela, refiri— que lo han tomado en cuenta para construir las rampas de los edificios: ÒEl director me pregunt— de las rampas, que d—nde m‡s o menos las necesitaba, y ya le dije hace falta aqu’, hace falta all‡, y si me hicieron casoÓ.

 

Sobre los profesores, se–al— que tienen una actitud positiva, que dan su clase normal. Acerca de sus expectativas, de c—mo se visualizaba en un futuro, al respecto coment— querer tener un trabajo para regresarle a su pap‡ lo que hizo por Žl y tambiŽn para ayudarle a otras personas con alguna discapacidad para que vean su ejemplo:

 

Pues terminando la universidad y encontrando un lugar en alguna empresa o algo as’, no tanto por querer ganar dinero, sino que estoy m‡s enfocado a que quiero regresarle lo que mi pap‡ hizo por m’. Y quiero tener para darle a otros que necesiten, as’ como yo que, gracias a Dios, a pesar de mi discapacidad, logrŽ desarrollarme, pero he conocido a otras personas que no han logrado desarrollarse en cuesti—n de la sociedad o educativa o lo que sea; se limitan mucho o tienen miedo, por eso me gustar’a poder tener el dinero para poder mostrarle a otros o incluirlos en alguna actividad, poder hacer yo o ense–arle a otras personas con discapacidad que no deben tener miedo, sino que deben de enfrentarlo a pesar de que es dif’cil y te cuesta y, como lo dije, devolverle todo lo que hizo mi pap‡.

 

Respecto a lo que le hace falta en su escuela, mencion— que un lugar para descansar, un ba–o con espacio suficiente para poder cambiarse y bebederos a su alcance:

 

Yo dir’a que para m’, una ‡rea donde pudiera descansar. TambiŽn, porque a veces ya ves que algunos no podemos ir al ba–o; algunos usan sonda, otros tienen que usar pa–al y se tienen que cambiar entre clases. No hay un lugar donde puedas ir a cambiarte. Yo puedo hacerlo solo, pero el problema es el ‡rea, el lugar no hay espacios porque todo est‡ enfocado en ba–os yo lo digo as’ a personas normales yo casi casi me encuentro como una persona diferente porque yo intento integrarme a ellos pero ellos no intentan a integrarse a m’ y es lo dif’cil.

 

 

Y los bebederos, solo uno est‡ a mi altura, los dem‡s est‡n un poco m‡s altosÓ.

Asimismo, coment— que le hac’a falta una mesa, para utiliza la como banco dentro del sal—n, ya que tiene que acomodar un banco extra para poder tomar notas:

 

En los salones, a los bancos no sŽ quŽ se les podr’a hacer, pero yo necesito una especie de escritorio o de alguna mesa donde yo pueda estar normal, apoyarme bien de frente, pero bueno, lo veo dif’cil, porque cambio de sal—n a cada rato. Aqu’ las clases se toman en dos edificios. M‡s tarde, si toca taller, el que hasta all‡, en las aulas X, recorro toda la escuela, es ir y venir, mis compa–eros me ayudan.

 

TambiŽn necesita un lugar c—modo en la cafeter’a: ÒHay cafeter’as, como la del Submarino, que tienen lugares donde yo me puedo acercar a la mesa, pero en la que tenemos aqu’ no hay espacio; yo me acomodo como quede lado, pero no estoy c—modo al comerÓ.

 

La voz de sus compa–eros de clase y de una maestra: la triangulaci—n Para conocer la percepci—n de sus compa–eros de clase, se entrevist— a Yessica, la chica que se sienta en el segundo banco de la tercera fila.

 

A pregunta de c—mo percibe la actitud de çngel en la escuela, respondi— que lo ve’a como una persona que quer’a sobresalir:

 

Yo lo veo normal, como una persona que quiere sobresalir. Tengo un hermano que tuvo un accidente, se fractur— y se le zaf— el hueso de la rodilla, ya no quiso estudiar. Entonces veo a çngel como si fuera mi hermano, o sea, lo que a m’ me gustar’a que hubiera hecho mi hermano.

 

Sobre la actitud de sus compa–eros hacia Žl, Yessica coment— que todos lo ayudan: ÒLos que nos juntamos con Žl lo ayudamos, por eso, porque quiere sobresalirÓ

 

Acerca de c—mo percibe la infraestructura, mencion— estar muy enojada, porque hay lugares que no tienen rampas y que a veces les toca estar en salones inaccesibles: ÒNos andan poniendo en un sal—n donde no hay rampas y eso si da coraje, porque nos hab’an puesto en el auditorio, que tiene bastantes escalones, y los del sal—n todos los d’as llegaban y ayudaban a çngelÓ.

 

En cuanto a la actitud de los profesores, Yessica opin—:

 

Los maestros lo tratan como cualquier otro alumno, para que no se sienta diferente. Bueno, cuando nos toca clases en el laboratorio de Biolog’a, que esta hasta all‡ y tiene bastantes escalones, la maestra pregunta a los compa–eros si pueden ayudar, y ayudan a çngel a subir y a bajar, pero en una de Žsas a lo mejor le pasa algo. En cuesti—n de las tareas, son parejas para todos, pero si çngel tiene alguna duda le pregunta a los profes, por eso nos sentamos hasta adelante por si tiene dudas va luego luego con el profe o nos pregunta a nosotros, lo tenemos en el grupo del chatÓ.

 

En relaci—n a quŽ le hace falta a la escuela para que çngel se desenvuelva de manera natural, Yessica se refiri— a las rampas, a los apoyos del director para que le den una beca y a los lugares en las cafeter’as:

 

Que lo apoye el director en s’, porque eso de las rampitas, s’ las puso, pero no son suficientes. ƒsa, de hecho, no est‡ ni pintada, porque la acaba de ponerÉ Va a haber algœn momento en que vamos a estar ocupados y çngel apenas venga y va a haber una situaci—n que diga no, no puedo por aqu’, y c—mo le va a hacer. Su pap‡ lo deja del lado donde est‡n las oficinas, o sea, en la direcci—n, y Žl se viene por la orilla y ah’ donde est‡ la explanada hay una rampita y ya sube Žsta, pero como quiera, yo digo que la rampita Žsa la hizo muy exagerada, porque est‡ muy parada y siento que a lo mejor se le dificulta subirla, porque hay d’as que se enferma o que le duele la espalda, porque tiene una operaci—n y ah’ tiene la cicatriz y no viene, o cuando hace fr’o le duele la operaci—n que tiene o hay d’as que s’ viene, pero se siente dŽbil. Pero tambiŽn el director lo que no ve es que no le da el apoyo de la becaÉ Y Cuando se va a comer nos da pendiente como quiera, porque lo que es aqu’ en el cruce de donde est‡ el edificio de cristal y luego vas al camell—n. Ah’ los carros ni se detienen, hacen falta como que topes o, bueno, a veces los que est‡n ah’ trabajando, que son los vigilantes, paran los carros, pero hay veces que no est‡n ellos y es lo que nos da pendiente, por eso no lo mandamos solo

 

Respecto al futuro de çngel, coment— que quiere tener una empresa con Žl, donde se contraten personas con discapacidad:

 

Si acabo aqu’, me gustar’a estar en un proyecto. Le dije a çngel si quer’a estar conmigo, que es la segunda etapa de emprendedores, y ahorita ya nos habl— la empresa Google, quiere que le hagamos publicidad. Me gustar’a abrir una empresa, para contratar a personas con discapacidad, porque hay lugres que no los contratan; yo quiero una empresa donde no haya desigualdad.

Para finalizar, coment—:

 

SugiŽrale al director de la beca, porque si fuera un alumno que no le hecha ganas, pero çngel tiene buenas calificaciones, no ha reprobado, tiene puro nueve y diez. Que el director lo apoye, porque no se da por vencido por lo que le pas—, y luego su mam‡ lo abandon—, si a m’ me pasara algo as’ me gustar’a que me sacaran adelante. Si yo tuviera una discapacidad, me gustar’a tener a alguien que me apoyara. Nosotros lo vemos como buen amigo.

 

TambiŽn se entrevist— a la profesora del grupo, para conocer su experiencia de interactuar con un alumno con discapacidad. La maestra Camila manifest— que es la primera vez que le toca impartir clase donde hay un estudiante con discapacidad. Su forma de llevar la clase es normal, no hace ningœn tipo de distinci—n. Considera que hace falta un espacio especial y un banco adecuado para çngel. Dijo que el alumno batalla porque tiene que acomodar su silla de ruedas o jalar un mesabanco para tomar apuntes o presentar ex‡menes.

 

En cuanto a la infraestructura, mencion— que muy recientemente acondicionaron una rampa para poder llegar a salones que antes no la ten’an. TambiŽn, de un mecanismo especial en las puertas, con chapa electr—nica. Como profesora, tiene que mostrar la tarjeta para que se abra la puerta. Coment— que cuando çngel llega, batalla para entrar, pero sus compa–eros le ayudan a abrir la puerta o cargar su mochila o con sus cosas, que la din‡mica de grupo fluye de manera normal. En cuanto a las actividades, hay horas de laboratorio, donde hacen pr‡cticas de configuraciones de redes usando un simulador en computadora, y tampoco en el centro de c—mputo hay un espacio adecuado para çngel: ÒComo es una hilera de mesas completa, no hay lugar para maniobrar con la silla. ƒl se acomoda en la œltima fila, donde hay m‡s espacio, frente a una computadora como todas las dem‡s, nada especial para ŽlÓ.

 

En relaci—n con su sentir, Žl le genera mucho respeto, porque lo ve muy enfocado, muy dedicado a su carrera, no tiene ninguna limitante, va a sus clases sin ningœn problema, llega puntual, no falta, lleva todas sus tareas, toma todos sus apuntes. Lo admira porque da la impresi—n de no tener ninguna discapacidad: ÒSiento que Žl no siente ninguna discapacidadÓ.

 

Le parece de mucho respeto y le inspira al verlo en su clase. TambiŽn, percibe un grupo muy unido: ÒSe llevan muy bien, su grupo de amigos lo apoya muchoÓ

 

CONCLUSIONES

 Al analizar la informaci—n generada por esta exploraci—n utilizando tŽcnicas de investigaci—n cualitativa, se pudo obtener una visi—n que va m‡s all‡ de la formalidad y la simulaci—n. Se identificaron elementos que constituyen barreras no solo en los espacios f’sicos, sino tambiŽn la falta de conocimiento de las autoridades y de los profesores para atender a los estudiantes con discapacidad. No consideran la flexibilidad en la asistencia, en los curr’culos, en la forma de impartir la c‡tedra ni en las evaluaciones. Los sujetos entrevistados coinciden en la falta de infraestructura f’sica de la escuela. TambiŽn, en la disposici—n positiva y de apoyo hacia su compa–ero de los estudiantes que integran ese grupo de licenciatura.

 

La actitud de los docentes hacia este estudiante es de respeto, pero no muestran una postura activa hacia la inclusi—n y la equidad educativa. No utilizan dise–os universales en su curr’culo. Las autoridades se preocupan por acondicionar algunos de los pasillos de la escuela, pero no con un dise–o arquitect—nico funcional. La mayor’a de los edificios no est‡n dise–ados ni adaptados para permitir el acceso en silla de ruedas. Hacen falta ba–os y bebederos. Las cafeter’as no est‡n dise–adas para atender a personas con discapacidad f’sica. Las banquetas y el camell—n principal de la instituci—n educativa no tienen rampas. En resumen, no se utilizan dise–os universales, como lo establece la Convenci—n sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006): ÒSe entender‡ el dise–o de productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptaci—n ni dise–o especializadoÓ (p.5). De manera que para que una instituci—n educativa se considere inclusiva, deber‡ promover la valoraci—n de la diversidad, para que todos los estudiantes aprendan igual. Se debe reconocer tambiŽn que no existe un estudiante est‡ndar, por lo que se obliga a adaptarse a las necesidades de ellos, de tal forma que los conocimientos, capacidades, actitudes de todas las personas se deber‡n considerar como oportunidades para enriquecer los procesos de ense–anza-aprendizaje. Asimismo, se deber‡ garantizar la participaci—n con igualdad y equidad de toda la comunidad educativa, para minimizar y eliminar o prevenir las barreras u obst‡culos de los estudiantes vulnerables.

 

Los profesores tienen la responsabilidad de planear la ense–anza atendiendo los diversos ritmos y estilos de aprendizaje, dise–ar y adaptar los recursos educativos y evaluar teniendo en cuenta los contextos, capacidades, interŽs y habilidades de todos sus estudiantes, para asegurar la permanencia, participaci—n y logro educativo en igualdad de oportunidades (Campa–a Mundial por la Educaci—n, 2014; SEP, 2018).

 

Esta exploraci—n inicial permiti— corroborar que existen barreras f’sicas en los accesos, ba–os, salones de clase, laboratorios y cafeter’as; pero tambiŽn se encontraron obst‡culos curriculares, ya que hace falta mayor flexibilidad en la asistencia, en los planes de estudio y en la pedagog’a para atender las necesidades de los estudiantes con discapacidad. De igual forma, se encontraron deficiencias en la formaci—n de los docentes; es notorio que existe desconocimiento sobre c—mo se debe atender a un alumno con discapacidad.

 

Se pudo observar tambiŽn la inclusi—n que realizan los compa–eros de clase. Ellos son los que se preocupan, ayudan y apoyan al estudiante con discapacidad en sus tareas, en su tr‡nsito por la escuela y en su vida diaria en el sal—n de clase. Por tanto, existe un ‡rea de oportunidad en temas de inclusi—n y equidad en las instituciones de educaci—n superior; hay mucho trabajo por hacer. Estas instituciones deber‡n asumir la responsabilidad de la transformaci—n de sus sistemas educativos, para brindarles las mismas oportunidades a todos sus estudiantes.

 

REFERENCIAS

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